“Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres… Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres” (Juan 8:32 y 36)
Esta es la verdadera libertad, la libertad que solo se encuentra caminando en el Espíritu, en la Torah, haciendo las cosas que le agradan a Elohim, obedeciendo sus instrucciones, mandamientos y preceptos (Torah). Yahshua es nuestro ejemplo. El caminó en total obediencia y sujeción al Padre y por eso Elohim le dio el poder de hacer libre a todo aquel que llegue a Él. El es esa verdad que nos hace libres, El es la imagen del Elohim invisible que a través de Su Espíritu viene a morar en nosotros y a enseñarnos a caminar paso a paso en Sus caminos. Así como Yahshua cuando vivió en este mundo, nosotros como participantes de Su naturaleza, Su vida, y teniendo el Ruaj morando en nosotros, estamos llamados a caminar paso a paso en total obediencia al Padre. Cuando Israel acampaba en el desierto, tenía que mirar constantemente a la nube o a la columna de fuego para moverse. Ellos no hacían planes acerca de mañana o el próximo año, ellos solo esperaban dirección de lo alto para actuar. Usted dirá que eso no es libertad, pero esa es la verdadera libertad, la libertad de vivir bajo la nube y la columna de fuego, guiándonos a nuestro verdadero destino. Nadie sabe que le depara el futuro, que será el mañana, solo Elohim, quien nos creo para su gloria y alabanza conoce hasta el último detalle de nuestra existencia. Conocer la verdad es conocer al Mesías y seguir la Torah. ¡Shabbat Shalom ¡
“Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la Torah de Moisés, en los profetas y en los salmos” (Lucas 24:44)
Siempre me pregunto ¿qué quieren decir aquellos que proclaman ser una congregación primitiva? Cuando les pregunto si observan la Torah, la respuesta inmediata es: “la ley fue abolida”. La mayoría no saben cuándo ni quién escogió los 27 libros que hoy componen el Nuevo Testamento y más aún, que la congregación primitiva no tenía el Nuevo Testamento, solo tenían la Torah. Fue Ireneo, obispo de Lyon, quien propuso un canon que luego fue confirmado por el papa Damaso en el concilio de Roma en el 382, posteriormente fue reconfirmado en el sínodo de Hipona en 393 y definitivamente en el concilio de Trento en 1.545. Pablo enseño Torah – “Y habiéndole señalado un día, vinieron a él muchos… les testificaba del reino de Elohim… persuadiéndoles acerca de Yahshua, tanto por la Torah de Moisés como por los profetas” – Hechos 28:23. Juan 5:46 – “Si creyereis a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él”. Juan 5:39 – “Escudriñad las Escrituras, porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí”. Aunque los pasajes son bien claros, para muchos es difícil encontrar al Mesías y el mensaje de salvación en la Torah. Miremos Éxodo 14:13 – “Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes y ved la salvación que Yaweh hará hoy con vosotros…”. En el texto hebreo la palabra salvación es la 3444 del Strong – Yesh-oo’-aw = Yahshua. Lo que Moisés le dice al pueblo, es: miren la salvación de Elohim, miren a Yahshua. La Torah es el corazón de Elohim revelado a Su pueblo a través de Yahshua. No hay ni una sola enseñanza registrada en los evangelios que no muestren a Yahshua citando la Torah.
“…Yo soy Elohim, y no hay otro Elohim, y nada hay semejante a Mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho…” (Isaías 46:9-10)
De acuerdo al pensamiento hebreo, todo lo que ha pasado y que está por pasar siempre será explicado desde el comienzo. Isaías lo explica claramente y nos muestra que Elohim no ha dejado ningún cabo suelto, nadie puede decir que no sabía. Nadie puede decir que no hubo profeta. El libro de Éxodo no es solo un recuento histórico, también es precursor profético del regreso del Mesías, incluyendo la redención para su pueblo y el patrón o guía dada por Elohim para que su pueblo caminara por su Camino sin tropezar ni perderse hasta regresar a Él. La Escritura dice que el pueblo que conoce a Moisés, conocerá al Mesías – “Si creyereis a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. Pero si no creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras” – Juan 5:46-47. El pueblo que conoce lo por venir, ansiará Su regreso, no temerá, sabe lo que viene y se prepara. El libro de Apocalipsis es un reflejo del libro de Éxodo; la historia del Éxodo es una lección importante para estudiar hoy, ya que contiene la revelación del mañana. El cómo prepararnos para el regreso del Mesías, está moldeado en las palabras de Moisés. Egipto está activo con todos sus dioses hoy más que nunca, la esclavitud no es flagelo del pasado, solo ha cambiado de verdugo, faraón tomo forma de: ambición, fama, poder, dinero, sexo, impunidad. La oscuridad es la misma. El hombre igual que antes, sigue ignorando a Elohim y creyendo que puede vivir sin Él, que puede violar sus mandamientos sin consecuencias. “Les escribí las grandezas de mi Torah, y fueron tenidas como cosa extraña” – Oseas 8:12. Seamos fieles al pacto que hemos hecho con YHVH, tenemos un Redentor, Yahshua, que ha restaurado nuestra relación con nuestro Hacedor y ha hecho que el camino en el desierto por el cual camina Su novia, sea iluminado para que nadie tropiece. El nos guiará hasta la tierra prometida y allí nos postraremos y adoraremos al Rey de reyes y Señor de señores -- Melech-HaMelechim va Adon-Adonim.
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