a todos los pueblos; todos los que se la cargaren serán despedazados, bien que todas las naciones de la tierra se juntarán contra ella.”
Más adelante en los versículos 7, 8 y 9. La profecía aclara que Elohim finalmente salvará a la ciudad y a su gente, pero a las naciones que le rodean, el tratar de conquistar a Jerusalén les creará un gran problema, y a toda nación que está presionando para que Jerusalén sea quitada a los judíos, experimentarán una carga bien pesada y acarrearán daño para ellas.
Esta profecía es considerada una profecía para los tiempos finales, y al analizar la situación geopolítica y spiritual del conflicto del Medio Oriente, es seguro decir que el marco del tiempo para esta profecía esta a la puerta.
Las palabras del himno nacional de Israel, “Hatikvah” (La Esperanza), escrito en 1886 por Naphtali Herz Imber, expresa la gran emoción, deseo y el profundo anhelo del corazón del pueblo Judío, dado por Elohim, por su tierra, mientras han vivido en el exilio entre las naciones. Al orar, ellos miran hacía Jerusalén y nunca han renunciado a la esperanza del prometido regreso a su tierra, como está profetizado en la Palabra de Elohim. (Isaías 11:11-12; Ezequiel 36:8-11; 37:21-22; y 38:8, Isaías 43:5-6; Jeremías 31:7-10)
Hoy, millones de judíos han regresado y muchos están haciendo aliyah (retorno) como está profetizado en la Palabra de Elohim. .
Sin embargo, la comunidad Islámica, las naciones que rodean a Israel (Salmo 83:4-8), la comunidad internacional y el Vaticano, todos ellos tienen un objetivo diferente en mente para Jerusalén. Ellos quieren quitarle al pueblo Judío el control sobre la ciudad, y borrar la victoria de la (milagrosa) Guerra de los Seis Días en Junio 1967, y dividir Jerusalén o intentar una toma completa, si pueden.
El llamado del mundo en este momento, es de tratar de quitar el control de esta “roca inamovible”, para solo dares cuenta que la Palabra de Elohim es una Verdad inconmovible. Todos los que están presionando a Israel a cambiar lo que Elohim ha dicho en Su Palabra concerniente a Jerusalén, se van a encontrar con el juicio de Yaweh. Jerusalén será copa que hará temblar a todas las naciones alrededor, que están tratando de tomar a Jerusalén; la Guerra de los Seis Días, es un ejemplo de la protección sobrenatural que hay alrededor de esta Tierra Santa. Su palabra es fiel y verdadera.
En el momento, US e Israel están negociando un tratado que efectivamente traiga a ambos, Israelís y Palestinos, de regreso a la mesa de negociaciones para conversaciones directas de paz, bajo la presión de la comunidad internacional, con el prospecto de crear la solución de dos estados, que supuestamente resolvería el conflicto del Medio Oriente. .
Las negociaciones están atascadas en el momento, pues Israel está esperando una carta de promesa de parte de la administración Obama, asegurando que esta demanda actual de congelamiento de las construcciones, no incluye el “Este de Jerusalén”, es “solo” impuesto en las construcciones en Judea y Samaria. Israel esta supuesto a recibir ciertos gestos militares, garantía de seguridad y 20 aviones, por aceptar el congelamiento.
El Primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, le ha declarado fuertemente a la administración Obama, que el “Este de Jerusalén” no es un asentamiento, es nuestra “Capital”. Ha declarado previamente que Jerusalén no está incluida en estas conversaciones. Sin embargo, la carta de los US se está retardando – aparentemente, la administración Obama no quiere que Israel continúe construyendo en el Este de Jerusalén. Jerusalén es una “piedra pesada”.
Israel es como un pendón para todo el mundo, mostrando que la Palabra de Elohim es verdadera. Con cada día que pasa, mientras Jerusalén se convierta más y más en el centro de la atención mundial, se volverá más difícil para cualquiera, contradecir la increíble precisión de estas antiguas profecías. Verdaderamente, este es el momento de buscar a Elohim por si no lo conoces. El Capítulo 12 de
Zacarías termina con la profecía del regreso del Mesías:
“Y en aquel día yo procuraré destruir a todas las naciones que vinieren contra Jerusalén. Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito.”
Oremos por la paz de Jerusalén - Salmo 122.